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2.1 El lenguaje informativo en televisión

2.1.1. EL VALOR DE LA IMAGEN

El informador construye su relato con el texto, la imagen, el sonido ambiente y, cuando las haya, las declaraciones de los protagonistas. Si la noticia lo requiere, podrá insertar mapas, gráficos e incluso apoyarse en una reconstrucción. En todos los casos, el texto debe complementar las imágenes, enriquecer la información visible pero sin incidir en lo obvio, en lo que el espectador ya ha captado por sus propios medios. Es la imagen la que, en circunstancias normales, amplifica o disminuye el valor de la noticia e incluso lo crea. Por muy obvio que resulte, la imagen es determinante en la concepción de la información en televisión. Es a partir de la imagen de donde debe nacer el texto y no a la inversa; escribir el texto con independencia de la imagen supone ignorar que estamos en un medio dominado por el valor de lo visual. La imagen aporta información, datos que deberán tenerse en cuenta antes de escribir o hablar –si estamos en directo-. Sólo tras visionar las imágenes puede el informador plantear un relato coherente, de modo que el resultado final sea la suma, no el choque, de las informaciones -y sensaciones- emanadas del texto, la imagen y el sonido. Salvo excepciones, no tiene sentido que el texto se limite a describir lo que el espectador ya está viendo, como tampoco lo tiene que el texto hable de aquello que no se ve. Texto e imagen deben estar en consonancia y complementarse; si no existe esa correspondencia, el espectador perderá gran parte de la información dado que deberá dividir su atención entre lo que ve y lo que oye. Los profesionales de RTVE deben evitar estas faltas de concordancia. Del mismo modo, se tendrá en cuenta que un exceso de datos y estímulos visuales puede dificultar la comprensión de la noticia.

2.1.2. EL VALOR DE LA PALABRA.

La importancia de una noticia recién conocida o de un dato novedoso sobre una información que acaba de emitirse es motivo suficiente para que, pese a la falta de imágenes, se decida realizar una lectura o una improvisación “a cámara”. Puede también suceder que la importancia de la noticia, carente de imágenes actuales, aconseje incluir imágenes de archivo; en este caso será obligatorio insertar un rótulo que advierta de que son de imágenes de archivo y, preferentemente, con indicación de la fecha.

2.1.3. LA ÚLTIMA HORA

Existen además otras situaciones en las que la imagen cede su protagonismo: son las noticias de última hora con gran repercusión y que pueden obligar incluso a alterar la programación para ofrecer un flash o un avance informativo de urgencia: un accidente de gran magnitud, una catástrofe, el fallecimiento  de una persona relevante, un atentado terrorista, etc. Cuando esto ocurra, la prioridad de los profesionales de TVE será informar a la audiencia lo antes posible, sin esperar al siguiente telediario ni a disponer de las imágenes más adecuadas. Se ofrecerán al espectador los datos contrastados y confirmados acerca de la noticia en cuestión y, simultáneamente, se movilizarán los medios técnicos y humanos necesarios para ofrecer la mejor y más rápida cobertura posible. En los casos de ausencia de imagen, un mapa del lugar de los hechos y las adecuadas conexiones telefónicas con protagonistas, testigos, expertos y/o informadores serán dos de los recursos más válidos para afrontar las necesidades informativas más urgentes.