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6.4.3. Profesiones, cargos y títulos

Atendiendo a criterios morfológicos, se pueden establecer las siguientes formas:

a) Aquellos cuya forma masculina acaba en –o forman el femenino sustituyendo esta vocal por una –a (bombera, médica, ministra), aunque hay excepciones, como testigo o los sustantivos que proceden de acortamientos como otorrino, que funcionan como comunes. En algunos casos el femenino presenta la terminación culta –isa (diaconisa) y excepcionalmente hay voces (vampiro/vampiresa).

b) Los que acaban en –a suelen ser comunes (astronauta, cineasta), así como   los formados con el sufijo –ista (pianista, taxista). Excepcionalmente, de modista se ha generado modisto.

c) Los que acaban en –e tienden a funcionar como comunes (conserje). Algunos tienen formas femeninas específicas con los sufijos –esa, -isa o –ina (/alcaldesa,     sacerdotisa, heroína). En algunos casos se han generado femeninos en –a   (dependienta).

d) Los que terminan en –i o en –u funcionan también como comunes (maniquí, gurú).

e) En cuanto a los terminados en – y, el femenino de rey es reina, mientras que los que toman modernamente esta terminación funcionan como comunes: el/la yoquey.

f) Los que acaban en –or forman el femenino añadiendo una –a   (escritor/escritora), y en algunos casos la terminación –triz (actor/actriz).

g) Los que acaban en –ar (militar), -er (chofer), -ir, (faquir) o –ur (augur), funcionan hoy normalmente como comunes, aunque existen formas femeninas acabadas en –esa o en –a, de un uso poco común (choferesa, bachillera).

h) Los agudos acabados en –n y en –s forman normalmente el femenino añadiendo una –a (bailarín/bailarina, dios/diosa), excepto barón (baronesa) e histrión (histrionisa). Otras excepciones son rehén y edecán, que son comunes. Las palabras llanas acabadas en –n y en –s también funcionan como comunes (el/la barman).

i) los que acaban en –l o –z tienen a funcionar como comunes (corresponsal, portavoz), aunque algunos han desarrollado un femenino en –a (concejala, jueza).

j) Independientemente de su terminación, son comunes los nombres de grados militares (cabo, teniente, etc), los que designan al músico por el instrumento que     toca (batería, contrabajo), y los sustantivos compuestos que designan personas (mandamás, cazatalentos).

k) Cuando el nombre de una profesión o cargo está formado por un sustantivo y un adjetivo, ambos elementos deben ir en masculino o femenino dependiendo del sexo del referente (la primera ministra).

Siguiendo las indicaciones de la Fundéu, se recomienda que los nombres comunes en cuanto al género, como juez o piloto, se utilicen tanto para hombre como para mujer. De esta forma se preferirá el juez/la juez, aunque esté reconocido el término jueza. En el resto de profesiones se usará el femenino aceptado por la RAE: médico/médica, abogado/abogada, ingeniero/ingeniera, arquitecto/arquitecta, etc.