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6.5.8.8. Eufemismos

La Real Academia Española define el eufemismo como manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante. Sin embargo, este es solo uno de los tipos de eufemismos, ya que las finalidades pueden ser diversas: no herir sensibilidades, adornar o tapar una realidad,  instigar, etc.

La práctica de determinados eufemismos ayuda a mantener la imagen de un determinado grupo social o político pero además contribuye a que los periodistas favorezcan su propia imagen ante estos grupos generadores de informaciones, respetando la literalidad de las declaraciones de las fuentes.

El eufemismo también puede responder a la línea editorial del medio. Algunos ejemplos de eufemismo son: impuesto revolucionario (extorsión o chantaje), detención ilegal (secuestro), ejecución (asesinato), confrontación (pelea), interrupción del embarazo (aborto), estado de embriaguez (borracho), quitarse la vida (suicidarse), restos mortales (cadáver), tercera edad (vejez), residuos sólidos urbanos (basura), centro penitenciario (cárcel), interno (preso), etc.

El campo bélico ha sido y es fuente de constantes eufemismos: actividad armada, acción militar, operación de castigo, solución quirúrgica, ataque selectivo, daños colaterales, circunstancias violentas, neutralizar, dialéctica militar, limpieza étnica, etc.

Otros ámbitos favorecedores del eufemismo son la política y la economía: gestos de distensión, medidas de presión, política de gestos, consulta al pueblo (referéndum), racionalización de plantilla, regulación de empleo, excedente laboral, desempleado, desfavorecido, país en vías de desarrollo, zona deprimida, reubicación, deslocalización, actualización de precios/tarifas, crecimiento negativo, desaceleración, sobredimensionar, resituarse, etc.

Los profesionales de RTVE deberán valorar en cada caso si el uso de un determinado eufemismo puede lesionar el rigor, la veracidad y credibilidad de un texto periodístico. Asimismo, se deberá tener en cuenta que existen eufemismos muy arraigados en nuestro vocabulario y que han sido ampliamente aceptados y que, en otros casos, el eufemismo responde al objetivo de encontrar un modo diferente de decir aquello que pretendemos decir, en pro de un correcto uso del lenguaje y de la ética profesional.