RTVE.es

Skip to content

5.8. Tragedias y catástrofes

  • Distanciamiento emocional. Los profesionales que aborden la información sobre cualquier clase de tragedia o catástrofe deben evitar ser absorbidos por la corriente de emociones que generan e informar con la distancia exigible a un profesional de la información.
  • Compromiso con las víctimas. Ante situaciones como catástrofes y tragedias personales, los profesionales de RTVE extremarán su rigor con el fin de preservar los derechos de las víctimas y sus familiares a su intimidad y evitar la difusión de cualquier tipo de documento que pueda herir la sensibilidad tanto de las víctimas y sus familiares como la del público, en general.
  • Respeto al dolor. Los hechos serán tratados observando el mayor respeto al dolor e intimidad de las víctimas y sus familiares y se evitará toda actitud que pueda suponer presión o acoso a las víctimas y/o familiares de ellas para obtener declaraciones e imágenes.
  • Sensacionalismo. Los profesionales de RTVE deben evitar toda práctica encaminada a fomentar el culto de la emoción y a incrementar el dramatismo y/o la espectacularidad de sus contenidos:

a- No podrán introducirse cámaras ni micrófonos en conversaciones privadas, incluidas las telefónicas.

b- Debe evitarse la información rutinaria o superflua que no añada valor informativo o que pueda resultar lesiva para la privacidad de los afectados.

c- Debe evitarse la inserción de testimonios que carezcan de valor informativos.

d- Debe evitarse la propagación de especulaciones y rumores sobre las posibles causas de la tragedia a no ser que, siendo identificados como tales, supongan un elemento valioso y necesario para elaborar la información.

e- Deben evitarse las autopromociones basadas en imágenes o sonidos procedentes de un hecho trágico.

f- Debe vigilarse la inserción de imágenes con música u otros efectos que subrayen gratuitamente el dolor. Igualmente, se vigilará la reiteración de imágenes/sonidos y el uso de primeros planos y zooms sobre los afectados.

  • Lenguaje inadecuado. Una tragedia de gran magnitud y repercusión social obliga a vigilar el lenguaje de todos los contenidos de la programación a fin de evitar un dolor añadido a las víctimas. Formas de hablar y frases hechas que en otro momento serían inocuas pueden resultar inadecuadas e incluso perjudiciales para las víctimas y para el público en general.